Le blog de Beatrice: enero 2011

Hola! aquí os dejo las historias recordad que ganará la historia que en los comentarios tenga más votos solo podeis votar por una hitoria! no valen votos anónimos :)

1º- Historia escrita por Beatriz Iglesias "EMPEZANDO"

Estaba en mi habitación como cada tarde, jugando a un simulador de aviones. Si, lo sé. Esos juegos son para chicos pero soy demasiado rara, o eso me dicen mis compañeros de clase. Con 16 años no tengo muchos amigos; las chicas porque me gustan cosas de chicos y los chicos, porque soy rara para tener esos gustos. Yo paso de ellos totalmente; me da igual lo que piensen y digan de mí. Cada uno tiene sus gustos y su personalidad, pero ellos ninguno de los dos.

Andaba pilotando una avioneta de guerra y estaba manejándolo, haciendo loopings hacia arriba y hacia abajo; cuando me sale una ventana en la parte de arriba a la izquierda de la pantalla de mi ordenador. Me quedé extrañada; pues aunque tuviera el juego en tamaño pequeño y veía las cosas que tenía abiertas de fondo, no me esperaba que me saliese nada de repente. Seleccioné la pequeña ventana y vi que alguien me había agregado al Messenger. Me extrañé aun más. Acepté a la persona por saber quien le había dado mi dirección. Minimicé el juego y abrí el panel de contactos. Seleccioné al nuevo y se abrió la ventana de conversación.
- ¿Quién eres?- pregunté yo un poco seca.
- Soy Iker, ¿Tú?
- Enara. ¿Cómo has conseguido mi dirección?- continué la conversación un poco enfadada.
- Lo vi en un correo que me mandaron y me dio por agregarte. ¿Te molesta?- ¿me lo está diciendo en tono chulo? Dije para mí.
- ¿Te me estas poniendo chulo? Claro que me molesta- dije aun más molesta.
- Nada de eso. No te pongas boba, niñata- me contestó todo enfadado.
- Mira, paso de discutir con un desconocido. Pírate-dije muy cabreada.
- Pírate tú, mocosa. Aquí puede estar quien quiera, si no estás a gusto te marchas.
No podía más y me marché, pero para fastidiarle lo dejé abierto y encendido. ¿Qué se pensaba este imbécil, que puede hablarme como quiera?, lo lleva claro; y además sin conocerlo de nada, ¿Quién es él para hablarme así?
Estuve el resto de la tarde en mi habitación, leyendo un libro muy interesante y con el Messenger encendido. Cuando vi que llegaba la noche ya cerré la ventana de la conversación, viendo que el chico me había escrito varias frases poniéndome si estaba por ahí. También cerré la ventana de los contactos, poniéndome en no conectada para que no me molestase nadie.
Pasaron los días y el chico seguía molestando, poniéndome lo mismo que la primera conversación, pero yo no le contestaba.
Pasó una semana y yo seguía sin contestarle, hasta que me ponía que lo sentía mucho, que solo quería conocerme; y me enterneció.
- ¿Me perdonas?- leí con tono de súplica. A mí me salió una sonrisa malvada.
- No sé si te lo mereces. Creí que me hablabas con chulería- dije excusándome.
- Es que se suele confundir muchas cosas por aquí. ¿Eso es que me perdonas?- me contestó, notándole más contento y finalizando la frase con un emoticono sonriendo.
- No se… - bromeé.
- Venga, di que sí- siguió la broma.
- Bueno, me lo pensaré, pero no te prometo nada- me reí sola en mi habitación.
Me empezaba a divertir este chico. Él me contestó con un emoticono triste y no pude ocultar una sonrisa en mi cara.
Tengo que admitir que él no me caía muy bien por la forma en que empezamos a hablar, y aunque me hacia sonreír, no me fiaba mucho.
Pasaron los días y seguía hablando con Iker, pues aunque a veces me sacaba de mis casillas, era el único con quien hablaba. Mi vida es muy aburrida, pero no quería admitir que me sentía a gusto hablando con él; no solo porque me caía mal, sino porque siempre, como todo el mundo me daba de lado, que ya me acostumbré. Hablamos de nuestros gustos. Descubrí que le gustaba leer, los coches y andaba enganchado a un simulador de aviones, curiosamente el mismo que el mío. Empezamos a hablar sobre el juego y él me decía que se quedaba impresionado, pues nunca había conocido a ninguna chica que tuviese casi los mismos gustos que él.
Cada día que pasaba más me gustaba hablar con Iker. Llegué al punto de conectarme solo por hablar con él. Tenía ganas de conectarme y empezar una conversación, la cual empezaba bien, continuaba con alguna discusión y finalizábamos de buen rollo de nuevo. No entendía mucho, pero, cada vez que hablaba con él, sentía un cúmulo de sensaciones nuevas por todo mi cuerpo. No sabía que podía significar eso, sabiendo que siempre, todas las noches, discutíamos aunque fuese por tonterías.
Un día, como otro cualquiera, me conecté por aburrimiento y el chico estaba conectado. Hablamos como un día normal, pero esta vez lo notaba diferente.
- ¿Qué tal estas?- me preguntó, notándole un poco nervioso, o eso me parecía a mí.
- Bien, como siempre, ¿y tú?- pregunté con curiosidad.
- Bueno, también bien.
- ¿Te pasa algo? Te noto un poco raro.
- Nada. ¿De qué me notas raro?
- No sé. Te noto un poco nervioso.
- Pues… - titubeó- . ¡Jobar! Las pillas todas, ¿eh?- añadió, seguido con una sonrisa nerviosa.
- Ya ves. Venga, no me tengas en ascuas todo el día. ¡Suéltalo ya!- le dije curiosa, pues ya no podía más sin saber qué le pasaba.
- Me preguntaba si… querías que quedáramos para conocernos en persona.
Me quedé con los ojos abiertos mirando a la pantalla de mi ordenador. No me esperaba que fuese eso lo que le preocupaba, o mejor dicho, fuese eso lo que le ponía nervioso. Yo empezaba a estarlo.
- No llevamos mucho tiempo hablando, ¿no crees que es precipitado y peligroso?
- No soy un delincuente ni nada que se le parezca. Llevamos hablando casi un mes. Me gustaría conocerte, si tú quieres.
Yo no sabía qué hacer, ni qué decir ni pensar. Empecé a imaginarme como sería un día por la tarde, quedando con él, a solas… ¡No! Comencé a ponerme nerviosa. Mis manos empezaron a sudar y a temblar, no paraban quietas. Decidí inspirar y espirar. Coger aire por la nariz y expulsarlo por la boca. Despacio y con cuidado. Después de hacer este movimiento varias veces, conseguí tranquilizarme. No tarde mucho tiempo, asique Iker no se dio ni cuenta.
Me limpié las manos con la tela de mis pantalones vaqueros.
- ¿Por qué quieres quedar conmigo?
- Me apetece, pero si no quieres no pasa nada- escribió en lo que parecía un tono triste. No pude aguantarlo.
- Sí que quiero- ¿por qué le dije que si? Me arrepentí en el mismo momento pero no pude volver hacia atrás.
- ¿Sí? La verdad que no me esperaba que me dijeses que sí. Te veo mañana en la plaza- dijo la última frase con una chispa de felicidad.
Después de hablar con Iker, veía que los minutos pasaban más rápidos, ¿tendría algo que ver con que haya quedado con él? Decidí no pensar más y que cuando llegara la hora de la verdad me tiraría de los pelos. No tendría que ser para tanto, además, a mi me cae mal, y seguramente, discutamos como siempre, solo que esta vez será en persona.
El resto del día se me pasó más rápido de lo que deseaba, pero el día tenía que terminar igual. Ya mañana es sábado, el día “especial”; ¿especial?, ¿qué estoy diciendo? Es un día normal como otro cualquiera, solo cambia que estoy de vacaciones por ser verano, y porque he quedado con alguien que no me cae bien. Después de pensar mucho, decidí comportarme como siempre, asique nada de nervios.
Me desperté más pronto de lo normal. Desayuné y me puse a ver un poco la televisión. Mi madre se extrañó mucho al verme despierta a esas horas, pues eran las 8:00 de la mañana. El día pasó tranquilo y de nuevo, rápido. Había quedado a primera hora de la tarde y ya había pasado medio día. Me volvió a sudar las manos. Me las lavé varias veces seguidas, ya que nada más lavármelas me empezaban a sudar de nuevo. Llegó el momento. Me comencé a vestir una hora antes, con solo unos vaqueros y una camiseta blanca sin mangas.
Espero que me reconozca, ya que yo le mandé una foto mía pero él no quiso mandarla. No sé ni como es. Decidí rizarme el pelo, pero como lo tengo tan liso y tan corto… pues los rizos no se me quedaron. Antes de irme me fui al espejo del baño y me peiné el cabello. Tenía el pelo corto, por los hombros. Me lo corté a principios de verano por la altura de las orejas y ya me había crecido. Siempre me lo cortaba a principio de verano y por la misma altura. Tampoco me maquillé, ¿para qué? Cogí el bolso y me bajé a la calle. Fui dando una vuelta, pues salí media hora antes de casa y yo tardo diez minutos escasos. Aun así llegué diez minutos antes, asique decidí sentarme en un peldaño que había cerca del lugar donde había quedado y me puse los cascos de mi IPod. Me relajé porque entré en una burbuja, en mi mundo fuera de la realidad. A los pocos minutos, o eso me pareció a mí, alguien me sacó de ese mundo tan perfecto. Giré la cabeza y miré hacia arriba, a quien me sacó de mi burbuja. No daba crédito a quien estaba mirando y estaba enfrente de mí. Era el ser más hermoso que había conocido. El pelo lo tenía corto y moreno. Era delgado pero fibroso. Se le notaba un poco de músculo pero no era exagerado. Tenía una barba de tres días que no le daba un aspecto poco aseable, pero si un aspecto sexy.
Me quité un casco, el izquierdo; por el lado donde él estaba.
- Perdona. ¿Eres Enara?- me dijo con timidez. Creí morir en ese momento.
- Sí. ¿Iker?- No sabía si quería o no que fuese él.
- El mismo- me sonrió. ¿Estaba en el cielo? Tiene una sonrisa perfecta. Dientes blancos y perfectos. Este hombre tenía que ser para mí. ¿Qué edad tenía? Creo que me dijo 19.
- Y yo la misma- sonreí. Él me devolvió la sonrisa. Por favor, que no haga mucho eso que me va a tener que hacer el boca a boca. Cogí aire por la nariz y lo solté despacio por la boca. Me relajé.
- ¿Dónde quieres ir?
- Donde quieras- decidido. Es un ángel y me llevará al cielo. Quería que lo hiciese. Pero… ¿qué estoy diciendo? Es Iker, el mismo que me caía mal por el Messenger. No puede ser tan guapo. Me levanté de donde estaba sentada y le miré para comprobar y convencerme a mi misma que no era tan guapo, pero me equivoqué. Nada más mirarlo me dio un vuelco al corazón.
Empezamos a andar. Mientras caminábamos yo estaba pensando que él no podría pensar lo mismo que pienso yo de él. Encima ni me he maquillado. ¿Qué iba a saber? Me maldije a mi misma por no hacerlo.
- ¿Te pasa algo?- me preguntó preocupado. No me di cuenta que se había parado para observarme. Tenía miedo de girarme para mirarlo, por si el corazón se me paraba en cualquier momento con tanta belleza. Me giré porque no podía estar mucho tiempo sin mirarle.
- No, ¿Por qué?- contesté intentando sonar despreocupada.
- Te veo ausente. ¿Es por mí?- dijo con tono triste en su voz.
- Amm… No. No tiene nada que ver contigo, tranquilo.
- Vale- se conformó. Asique con eso di finalizada la pequeña conversación.
Fuimos a dar una pequeña vuelta y nos sentamos en la hierba de un parque. Había mucha más gente como nosotros. Antes pasamos por una tienda de helados y compramos uno, pero Iker no me dejó pagar nada. Ahora estamos aquí sentados y comiendo un helado. Él terminó el helado antes que yo. Yo terminé el helado a duras penas. Él se empezó a reír y yo automáticamente me tapé la boca con la mano.
- ¿Qué pasa?- pregunté nerviosa.
- Nada, que tienes manchas de helado alrededor de los labios. Solo eso- contestó con una sonrisa.
- ¿Dónde?- pregunté. ¿Qué tenia de gracioso? Me limpié, pero por su sonrisa no me había ni acercado.
- Espera.
Con la sonrisa tan perfecta en su rostro angelical, se acercó y con su dedo pulgar me quito las manchas que tenía alrededor de la boca. Al sentir el contacto de su piel en mi cara, explotaron un montón de sensaciones nuevas, parecidas a las sensaciones que sentía cuando hablaba con él por el ordenador. En ese momento me di cuenta de esos sentimientos. Estaba enamorada. Mientras pensaba todo esto, no dejaba de mirarle a los ojos. Él tampoco apartaba la mirada. No pude aguantarlo y la aparté yo. Él sonrió por el gesto. Se había dado cuenta.
Después de ese momento, el resto de la tarde pasó tranquila. Me acompañó al portal de mi casa y yo volví a ponerme nerviosa. ¿Quería que me besara? Vaya cosas que piensas Enara.
- Me lo he pasado muy bien- comentó de repente que me sacó de mis pensamientos.
- Yo también- sonreí. Me devolvió la sonrisa. Me quise morir allí.
- Hasta la próxima- me dijo con tono tranquilo mientras se iba acercando lentamente a mí.
- Hasta la próxima- contesté y me di cuenta que ya estaba muy cerca.
Me pasó la mano por mi cuello. Yo me estremecí y él sonrió. Veía que se acercaba su cara a la mía. Él era más alto que yo, asique no le hacía falta hacer un esfuerzo para ponerse de puntillas. Yo me estaba preparando para recibir un beso de su boca, pero solo me dio un beso en la frente y se despidió. Me quedé paralizada, viéndole marchar. Cuando desapareció volví a moverme y entré en casa. Me puse el pijama y me metí en la cama con una sonrisa. Sentía que a partir de ahora mi vida ha dado un giro inesperado de 380 grados y sabía que esto era amor, un amor virtual.

2º Historia escrita por Melissa Correa

La brisa calida de la mañana me hizo despertar, abri mis ojos con delicadeza y me levante de la cama hacia laventana para poder otra vez contemplar aquel muchacho que veia todas las mañanas en el lago con su hermoso perro labrador. Oi a mi abuela llamarme pidiendome que llevara galletas a mi vecina. Me asee, y sali corriendo de la casa lo mas rapido que pude.
Mientras andaba en el corto camino que habia hacia la casa de mis abuelos hasta la de mi vecina ,contemplaba a ese angel hermoso de cabello rubio que siempre llevaba gafas oscuras. Pense en acercame un poco y sentarme cerca de el. No lo dude y lo hice. Vi como el me dirigio la mirada y acariciaba a su perro que se acercaba a mi. Me puse nerviosa y el me dijo ''Hola''me puse roja como un tomate y con delicadeza le conteste lo mismo. Entonces vi como se acerco y me empezo a tocar la cara y me dijo ''eres muy hermosa'' , me puse muy nerviosa sin saber que decir y conteste con un simple gracias. Empezamos a hablar y entonces me fije que no me miraba, si no que miraba unicamente a la nada, entonces me di cuenta que era ciego y que no me podia ver... .
Todas las mañanas igual, me levantaba y me iba a hablar con mi angel..., en mi corazon estaba creciendo un enorme cariño hacia a el, y aunque sabia que el no me podia ver, me daba cuenta de que el sentia lo mismo por mi , y que a mi no me importaba si era ciego o no, unicamente me importaba que yo le amaba y que queria estar a su lado por siempe.
Un dia como los de siempre, estaba decidida a decirselo y que el me diera una respuesta, y asi fue....
-Tu me quieres? -Dijo el-
-No te quiero, te amo, y eres lo mas importante para mi...
-No te importa que sea ciego? hay inconvenientes, yo no te veo...
-Lo se..., pero, a ti te importa mi fisico?
-Y tu que crees? Si ahora estoy enamorado de ti, crees que me importa?- Dijo con tono sarcastico-
Me hizo sacar una sonrisa, le abraze y el hizo lo mismo. Me quede mirandole y el se dio cuenta aunque no me veia. Entonces me toco la cara y me acerco a sus labios y acabo todo con un hermoso beso.
Todo fue bien durante un largo tiempo... pasaron varios meses y lo empeze a ver distante, ya no me besaba como antes y me decia cosas como que era mejor que yo estubiera con otro... y eso me hacia sentir mal.
En unos pocos dias tendria que volver a la ciudad de donde procedia, y dejar aquel horroso pueblo que tanto odiaba antes , pero que ahora adoro con locura. Tenia que decirselo a mi angel pero no sabia como... . Hay veces pensaba que el se lo tomaria a bien por lo distante que estaba.
Quedamos por la noche en el lago. Llegue yo antes y me extraño y lo vi salir de su casa son su perra. El llego y se sento, ya sabia exactamente donde yo me sentaba normalmente, empezamos a hablar hasta que quedamos en total silecio y yo empeze a hablar:
-Oye... tengo que decirte algo...-le dije con un poco de tartamudeo-
-Que pasa? -me abrazo pensando que alomejor dendria frio-
-No se como te lo tomaras pero... Dentro de tres dias me voy otra ves a la ciudad
-No...-me dejo de abrazar-
-Lo siento... te lo quise decir antes... pero estabas tan distante que pense que alomejor ni te importaria.
-Aunque te parezca que este distante no me tiene porque no importarme,eres la persona a la que mas he amado y nunca me gustaria perderte y unicamente quiero que seas feliz, y se que conmigo no lo seras.... Y que sufriras mucho cuando... .se quedo callado, espere hasta que saliera alguna palabra de su boca , asi que le dije:
-Cuando que?
-Nada... .
-Como que nada?
-No es nada , cuando terminemos es eso... .
-Eso no pasara, y se que me estas mintiendo , pero bueno que le vamos a hacer....
-Despues te lo contare.
-Bueno... quiero que estos dias sean los mejores contigo, y que no estes tan distante -Le abraze-
-Lo intentare....
Pasamos esos dias juntos y la verdad fueron mejores que los ultimos pero no tan buenos como los primeross que pasamos juntos....
El ultimo dia junto a el.... Al dia siguiente me tendria que ir otra vez a la ciudad y queria que ese ultimo dia fuera el mejor de todos.
Nos encontramos otra vez en el lago, y esta vez no estaba tan borde, esta vez vino sin perro, y me parecio extrañisimo verlo sin la perra.Fue llegar y darme un beso, empezamos otra vez a hablar y esta vez estaba mas tierno y mas dulce, eso me volvio mas loca y tenia unas ganas obsisionadas de besarle y abrazarle. Pues asi fue..., el acabo encima mio, pero no habiamos hecho nada en ese momento y yo queria llegar a mas, pero el de detubo y me dijo con un simple gesto ''demasiado pronto''.
Dormimos juntos encima de una manta escondidos en un arbusto que estaba cerca del lago... .
Llego el dia,me iba y todo terminaria, no volveria a ver a mi angel hasta dentro en un año.
Al llegar a mi casa unicamente pensaba en el.. solo en el.... Los dias pasaban y me sentia vacia, mi madre me habia notado el cambio, casi ni comia, me queria morir, queria estar con el.
Paso el año que para mi habia sido eterno... pero llegamos al pueblo unos dias mas tarde por culpa de mi madre. Al llegar enseguida me diriji a casa de mi angel. Me habrio la puerta su madre que tenia una cara horrorosa de cansancio, le pregunte por el y me dijo que pasara.
Me enseño una carta y empezo a llorar me dijo que la abia escrito ella pero que se lo habia dictado su hijo.
No sabia lo que pasaba asi que empeze a leer.
''Hola mi hermosa princesa, al fin llegaste, te estube esperando, pero llegaste algo tarde, disculpame por no habertelo contando mi amor, pero... hacia unos meses despues de que me empezamos a salir, me detectaron un cancer, y me dijieron que tenia 2 años de vida..., pero cuando tu te fuiste la tristesa me afecto mas, asi que me quito unos meses mas, quiero que no te sientas culpable por lo que paso, y estaba distante porque no queria hacerte sufrir, porque te amo y se que encontraras a alguien mejor que yo.... Bueno mi amor, te amo y te esperare en donde este, espero que tardes mucho en venir aunque no me guste, pero se que amaras a otro y que me olvidaras, bueno adios mi amor te amo.''
Me heche a llorar como una magdalena sin saber que hacer, sin saber que pensar, pero le pregunte a la madre
-Cuando fue?
-Ayer..., estaba muy mal y dijo que cogiera un folio y que el me dictaria lo que queria que escribiera. Al final murio cuando acabo deciendo la ultima frase.
Me dolia demasiado el corazon como para responder, y sabia que le habia quitado mas meses al amor de mi vida, pero mi historia acabo a si... . Sin saber que pensar ni saber que decir, lo unico que estaba claro esque habia perdido el amor de mi vida para siempre.... .

3º Historia escrita por LLedó,titulo: Shōjo to shi (la chica y la muerte) ,Capitulo 1: La vida y la muerte.

La vida, ¿nunca te has parado a pensar por qué existimos?, yo si. Investigue por internet, pregunte a personas expertas,etc. Pero ninguna razón respondia correctamente a mi pregunta, asi que deje de investigar. Los estudiantes de hoy en día solo piensan en el amor, estupideces, ¿ellos saben que es el amor?, lo dudo. Es imposible enamorarse sin saber que es ese sentimiento. Nunca entendí a las personas, hasta el día en el que ella entro en clase. Miharu Sochiko, una nueva alumna de mi instituto, nunca pense que una humana pudiera ser tan bella y espeluznante a la vez. La verdad, nunca me había fijado en ninguna chica, pero ella encendió la luz de mi interés, así q decidí seguirla. Suena el timbre, se acabó la escuela, mientras los demás hablan entre ellos gustosamente, ella recoge sus cosas y las coloca de manera ordenada en su mochila, yo la observo mientras ella sale por la puerta silenciosamente.Mientras ella camina por la calle camino a su casa, mi mirada sigue fija en ella. Ya es de noche, y sigo siguiéndola, ya estaba exhausto por la longitud del camino y quería irme a casa, hasta que de repente ella se adentra en un callejón que llevaba a una calle húmeda y escombrosa. Fui a perseguirla pero mis instintos no me engañaban, era un lugar peligroso, así que di media vuelta y me dirigí a casa.
Al día siguiente, fui a comprar al supermercado mas cercano y cuando salí, me encontré envuelto en un asesinato, no pude dejar de mirar los cadáveres que había en el suelo. Estaba asustado, mi mirada se dirigió a la silueta del asesino pero la noche envolvía su rostro, lo único que pude ver fue una melena que llegaba por los hombros, en su mano una guadña manchada de sangre y unos serios ojos llenos de maldad. El asesino se giró hacia mi y me apuntó con la guadaña. De repente mis ojos no podían creer lo que estaba viendo,el asesino era Miharu, me sentía asustado, no podía razonar, ¿porque yo?, ¿porque tenía que ser yo?, ¿por que no creo en dios o tal vez porque no merezco vivir?, ¿porque?.

4ºHistoria escrita por Cristina Sagasta ,título: 1000Km.

Se siente frío sabiendo que está a 1.000 kilómetros de tí, ¿eh?

Supongo, que la distancia es algo que afecta mucho más si te enamoras, si te enamoras de un puñado de palabras. Hay gente que no lo comprende, es porque no lo ha vivido, no saben cómo te puedes sentir cuando notas que tienes a una parte de tí, a un pedazo de tu alma y a la única razón de tu existir en otra punta del país... y con esto aprendes a amar a través de la distancia, privado o privada completamente del sentido del tacto, el olor o el gusto, al ser esto así no se colabora a enamorarse con besos, abrazos o caricias, aunque sueñas con ellos, sueñas, anhelas y te desesperas. Dejándoselo todo al destino, temiendo al futuro. Porque él o ella dicen : “Nos veremos algún día” (¿Cuándo es algún día…?), también dicen : “Esto será para siempre...” y al cabo de una semana alguna chispa se va apagando, intentas avivarla, no sabes cómo. De repente, se ha perdido la confianza, la confianza a un desconocido... Piénsalo bien, dice una voz en tu interior: le has dado todo tu corazón a alguien al que jamás has visto y no sabes si verás, ni si quiera puedes demostrar que lo que hay al otro lado de la pantalla es real.

Te consuelas pensando que os conocisteis en una vida pasada, y en todas…aunque no es ningún consuelo. Ahora, mirando desde tu cama esa estrella entre lágrimas, sólo te consolaría su presencia. Pero no, está a 1.000 kilómetros, y lo único que os une es el mismo cielo, y vuestra estrella. ¿Se apagará?

5º Historia escrita por Teresa Far Fiol

Hace ya algunos meses que conseguimos derrotar al maldito de Aizen de una vez por todas. Todos los méritos, o casi todos, se los debemos a Ichigo. El muchacho casi se dejó el pellejo, y la vida en la tarea. Gracias a sus esfuerzos la rutina ha vuelto al Seireitei. En cierta forma, es un alivio el poder continuar con la vida normal que llevaba hasta la repentina traición de los tres innombrables. Digo en cierta forma, porque desde que la guerra terminara, no hago otra cosa que pensar en los nuevos sentimientos que me atan a mi capitán. Ese hombre de carácter frio e impasible que demostró con creces tener un cálido corazón bajo su coraza de indiferencia. Toda la fijación que tenía en superarle ha sido sustituida por una atracción que ya casi no puedo controlar. No puedo dejar de fantasear con él por las noches. De tener sueños, a cual más húmedos, cada vez que me dejo acunar en los brazos de Morfeo.

Para mayor de mis males, hoy Rukia me ha pedido que por favor vaya a despertarle a su mansión ya que nadie se atreve a perturbar su descanso por expresa orden suya y está preocupada de no se haya levantado aun. ¡Maldita enana del demonio! Claro, si el noble se despierta mosqueado y me hace pedacitos con Senbonsakura no pasa nada ¿no?

Lo que la muy pendeja me alegó a esa negativa, fue que al ser su teniente, estaba exento de esa norma.

─ Renji es lógico que le busques en su casa si a las 9 de la mañana no se ha presentado en el escuadrón.─ Fueron sus palabras exactas.

Y por esa razón estoy ahora mismo parado en frente de la puerta de su cuarto llamando para entrar. He tocado varias veces y no recibo respuesta alguna. Ya estoy harto y entro en la alcoba sin esperar a la autorización. Total, ¿que más me puede pasar por entrar sin permiso?, si para empezar, ni siquiera debería estar en la mansión.

Nunca había estado en la habitación de Kuchiki-taichô y lo primero que me llama la atención es que justo la pared de en frente de la cama está cubierta por un enorme espejo. Me sorprende este tipo de decoración. Es, por lo poco que puedo distinguir, una estancia amplia y poco amueblada. No hay mucha luz ya que las ventanas están cerradas impidiendo que los rallos de sol penetren en la alcoba. Creo que ya he cotilleado suficiente por hoy. Me acerco a su lecho y desde cierta distancia comienzo a llamarle para que despierte.

─ Taichô.─ Le llamo sin obtener respuesta.─ Taichô.─ Insisto varias veces subiendo progresivamente el tono de mi voz.─ Kuchiki-Taichô.─ Nada. O no se entera, o me ignora deliberadamente.

Me encamino a una de las ventanas para descorrer un poco las cortinas y poder ver por donde me ando, ya de paso, visualizar las posibles vías de escape de serlas necesarias. Rodeo la cama y me paralizo al percatarme que mi objeto de deseo está totalmente desnudo, tumbado boca abajo, y para mayor de mis males, con sus perfectas piernas abiertas dándome un magnifica panorámica de su entrada y sus testículos.

Noto como de golpe se me seca la boca y mi erección empieza a crecer entre mis ropajes. No me puedo contener y me acaricio un par de veces antes de recobrar un poco la cordura y retirar la mano de mi polla que ya está totalmente dura. Usando todo mi auto-control y disimulando mi estado decido despertarlo y salir corriendo a darme una ducha fría antes de que se me derrita el cerebro y exploten otras zonas de mi anatomía.

Decidido, me inclino un sobre él y poso mi mano en su espalda para poder moverlo un poco a la vez que vuelvo a llamarle.

─ Taichô…─ Su piel es tan suave. No puedo evitar deslizar mis dedos por su espalda muy despacio. Noto pequeñas descargas eléctricas que van directas a mi miembro haciéndole saltar ansioso por ser masajeado.

Parece que tiene el sueño pesado. Si no fuera por su respiración acompasada pensaría que está muerto.

Mi parte lujuriosa está volviendo a ganar a la racional. Mi erección pulsa entre mis piernas pidiendo ser liberada animada por el morbo de la clandestinidad en la que me encuentro. ¡Qué demonios! Pienso.

Sin llegar a darme tiempo a recobrar la razón desato mi obi para poder bajarme el Hakama un poco y acariciarme lentamente. Recorro el borde de la cama sin dejar de masturbarme hasta llegar al punto de inicio de esta deliciosa visión. Vuelvo a contemplar el exquisito cuerpo expuesto ante mí. Como me gustaría poder hacerlo mío en este preciso momento. Y aquí es donde pierdo el poco sentido común que me quedaba.

Olvidándome de mí propio placer por un momento, abandono las caricias sobre mi cuerpo para concentrarlas en el que yace ante mí. Me subo sigilosamente a su lecho, quedando de rodillas entre sus piernas abiertas. Comienzo a acariciarle sus extremidades. Deslizo mi mano por todo su contorno casi sin llegar a tocarle hasta que llego a uno de los firmes glúteos que se contrae ante mi agarre. Retiro mi mano y aguardo a ver si se despierta, pero parece sumido en la inconsciencia. Más seguro de mí mismo y totalmente trastornado por el calor de mi cuerpo, me acomodo y separo sus nalgas para poder llegar a la fruncida entrada. Poso mi lengua en ella y comienzo a moverla en círculos y a introducirla en él todo lo que puedo. Parece que aun en sueños logro que lo disfrute ya que oigo unos apagados gemidos.

Tengo demasiado calor y decido deshacerme por completo de mis vestimentas. Hace rato que tome la decisión de no detenerme ante nada, o que despierte, lo que suceda antes. Continúo con la tarea de lamer su agujerito hasta dejarle totalmente húmedo. Ya satisfecho bajo hasta sus testículos y los chupo con las mismas ansias, mientras que introduzco un dedo en su interior para comenzarlo a mover con delicadeza. Es fascinante lo apretado y caliente que está. Siento como me derrito por dentro.

De repente él se gira, obligándome con ello a abandonar su interior y dejando al descubierto su erección. Me relamo ansioso y me agacho para tomar con mis labios su miembro. Mientras devoro su pene erecto y firme alzo mis ojos para poder ver su rostro. Está totalmente sonrojado y con los labios entreabiertos. Un impulso que no se bien de donde procede me lleva a retirar mi boca de su tarea y buscar uno de los almohadones que hay desperdigados por la cama. Con sumo cuidado de no despertarle lo coloco debajo de sus caderas para poder penetrarlo con facilidad.

Ya no me importa si se despierta. Pienso hacerle experimentar el mejor sexo que haya disfrutado nunca, esté consciente o no.

Ahora estoy acariciando mi pene mientras que contemplo a mi deseado Taichô con los brazos extendidos a la altura del pecho, las piernas abiertas y flexionadas. Su entrada palpitando en espera de ser profana. Sin detenerme más a contemplar al ángel que jadea entre sueños acomodo mi erección y entro en él pausadamente, poco a poco. Cuando por fin me encuentro totalmente acogido por él comienzo con un suave vaivén. No noto mucha resistencia, la justa para llevarme casi al borde del orgasmo. Inclino mi cuerpo sobre el suyo para poder embestirlo con algo más de potencia. Él comienza a moverse debajo de mí, a jadear con más intensidad. De repente abre poco a poco los ojos. Su mirada se encuentra con la mía y me observa confundido, pero yo no puedo, ni quiero parar. Sigo embistiéndole pero ahora con más ímpetu.

─ Renji, no… ¿Qué crees que haces?─ Me grita furioso intentado zafarse de mi agarre, pero soy más rápido y sujeto sus dos brazos por las muñecas por encima de su cabeza con una sola de mis manos.

─ Shhh.─ Le mando callar y golpeo a la vez su próstata haciéndole gemir escandalosamente. Hay es donde veo en su mirada que ha decidido dejarse llevar.

Sus piernas se enredan en mi cintura marcando el ritmo que más le gusta. Nada más liberar sus brazos estos se agarran desesperadamente a mi cuello. Nuestras bocas se funden en un apasionado beso.

Con un movimiento rápido e inesperado por su parte logra hacernos girar en la cama y queda sentado encima de mí. Ahora es él el que tiene el control, y vaya si es placentero. Cabalga sin descanso sobre mí, empalándose sin piedad con mi erección a la vez que se masturba con fuerza y jadea mi nombre.

Noto que ya no puedo más, poco me falta para el momento sin retorno. Sujeto con ambas manos sus caderas y embisto salvajemente a la vez que el sigue moviéndose sobre mí. Los dos llegamos casi a la vez al orgasmo, estoy tan turbado que no sabría decir quien fue el primero en correrse, o si lo hicimos a la vez. Solo sé que su semilla está ahora regada por mi pecho y que mi Taichô se acomoda de lado junto a mí en el lecho que estamos compartiendo.

─ Me has violado Renji. ¿Qué tienes que decir al respecto?─ Pregunta mirándome fijamente a los ojos con el rostro impasible.─ Debería castraste por esto.─

─ Eso sería un desperdicio, ¿No crees?─ Le sonrío insinuantemente.

─ Sí que lo sería.─ Confiesa antes de que sus labios vuelvan a apoderarse de los míos en un demandante beso.─ Pero desde ahora me gustaría que me despertaras antes de empezar. Esto es algo que prefiero disfrutar desde el comienzo.

Ya no volvemos a hablar solo nos dejamos llevar a otra ronda desenfrenada de sexo aún mucho más placentero, sí, mucho más por que ahora estando los dos despiertos.

Pocos días después pude descubrir el porqué de tan profundo sueño. Somníferos. ¿Alguien se lo puede creer? Por culpa del estrés acumulado con la guerra Unohana-taichô le aconsejó tomar somníferos para poder conciliar bien el sueño por las noches. La buena noticia es que desde que hemos empezado con una relación, mi Taichô ya no necesita de esos remedios. Ya me encargo yo de dejarlo lo suficientemente agotado por las noches para que duerma del tirón.

6º Historia escrita por Rito

Daniel lleva desde sus 10 años enamorado de la misma chica,esa chica se llama Alessandra.Ella no sabe que Daniel este enamorado de ella ni mucho menos ya que Daniel nunca se a atrevido a expresarle su amor. Un dia Daniel decide invitarla a salir a tomar algo para expresarle su enorme amor por ella.Ya ilusionado al ella haber accedido a ir a tomar algo vuelve a casa nervioso y emosionado y gracias a eso no durmio en toda la noche de la ilucion de kedar con su amada al dia siguiente.Al otro dia se levanta bien temprano y se prepara y va a por alessandra a su casa, alessandra abre la puerta muy ilusionada y le toma de las manos diciendole: Te tengo que contar algo maravilloso que me ha pasado.Daniel al ver lo que dijo no sabia si alegrarse o decaer,ya que no sabia si estaba contenta por ir a tomar algo con el o era por otra cosa.Daniel se calma y le dice: Bueno vams a tomar algo y me lo cuentas alli vale?Vale, contesto ella muy alegre.llegan a una heladeria y se piden unos helados,el nervioso sin saber cuando decirle lo que sentia espero un poco pero...

ella hablo antes y le dice:Te tengo que contar algo.Se le extremece el corazon a Daniel y pega un suspiro muy profundo y le dice algo nervioso:que es?Ella muy contenta le dice: Te acuerdas de Raúl el chico del insti q va a la clase de al lado?Y el le contesta:Claro que le conozco, bueno de vista si pero... que pasa con el?Ella aun emosionada le dice que aller cuando venia de pasear con el perro este se le escapa y Raúl que pasaba por alli lo agarro y se lo dio.y que muy nervioso le dijo:e-estaba apunto de pasar por tu casa a entregarte algo,p-pero ya que te veo te lo doi aqui mismo*saco un sobre con una carta y muy nervioso y sonrojado se la dio*, Daniel sabes lo que habia en la carta? Daniel esperandose lo peor le dijo: No seria una carta de amor verdad? Ella saca el sobre y lo abre, mira te lo leo para que veas que cosa mas bonita, lo agarra con firmeza y empieza a leer: Alessandra,desde que te vi mi corazon solo piensa en ti,eres lo mas bello de este mundo,tu eres como el sol que ilumina mi rostro cada vez que sonries,por favor sal conmigo.Daniel muy asustado le dice y-y que hicistes?Ella sin remordimientos y muy contenta le dice:Bueno..tenia mis dudas pero me han dicho que es un chico genial y muy mono, asi q le dije que si*sonriendo le tomo las manos a Daniel* que te parece mi eleccion?Cres que hize bien?el muy triste y sin poder creerselo aun,se lo guardo para el y le dijo:claro*se le pusieron los ojos llorosos* me alegro por ti y espero que os valla bien. Daniel se levanta de la mesa y sin decir nada mas se va.Con los ojos casi a punto de llorar y con la cabeza confusa por aquel incidente.Daniel se queria matar ya que la unica persona a la que amaba delante de el le dijo que salia con otro chico,pero daniel no se derrumbo y no lo hizo.decidio hacer una nueva vida donde eso no le pasara y decidio irse con su padre a vivir a otra ciudad.Daniel ya lleva alli un mes y una chica de su instituto le ha pedido de salir, èl le dijo que si solo por remordimiento y creyendo que se olvidaria asi de Alessandra pero poco a poco empezo a sentir algo por esa chica y se enamoro de ella.

Han pasado 5 años y daniel va a cumplir 20.Hace un año se caso con esa chica y ya no se acuerda de Alessandra ni de aquel incidente que hizo que sufriera tanto